Los planes de la boda de Jenny y Brian se interrumpen cuando Meg llega, alegando que también es heredera de su posada. Ahora deben concentrarse en recaudar el dinero para comprar a Meg su parte, y Brian considera regresar a Wall Street, hasta que el condado de Bucks tenga una recaudación de fondos. Aún así, les faltan los fondos que necesitan y aparece un comprador interesado que intenta reconstruir la estructura obsoleta en lugar de repararla con ternura como Jenny y Brian siempre lo hicieron. Por ahora, sin embargo, concentrarse en casarse es todo lo que le importa a estos posaderos amorosos, que esperan que su feliz por siempre pueda dedicarse a crear más romance en Emily's Inn.